HUELGA INDEFINIDA + RUPTURA DE LA UNIDAD SINDICAL = FIN DEL CONVENIO DE OFICINAS Y DESPACHOS DE BIZKAIA
En UGT, como sabéis, no nos gustan las guerras entre sindicatos, por eso estamos siendo los últimos en expresar nuestra opinión.
Pero, dado que todos han hablado, nosotros también os trasladamos nuestra opinión.

Todos los demás sindicatos presentes en la última reunión intersindical planteamos desde el principio que no estábamos de acuerdo con una huelga de carácter indefinido y que veíamos con gran estupor la ruptura sindical llevada a cabo por ELA.
Entendemos que no se dan las condiciones para ese tipo de acciones. El sector tiene que estar mucho más concienciado de la importancia de recuperar el Convenio de Oficinas y Despachos (que lamentablemente está decaído desde finales de 2013), y con la tesitura actual y analizando las movilizaciones de los meses precedentes, entendemos que una huelga indefinida sería contraproducente para el objetivo final, que no es otro que firmar un Convenio de Oficinas y Despachos de Bizkaia (desde el principio ya dijimos que era una grave irresponsabilidad dejar caer el convenio, y que recuperarlo iba a ser una tarea extremadamente difícil, como así se está demostrando).
De la misma manera que han manifestado CCOO y LAB, UGT entiende que hay que seguir trabajando para concienciar a las plantillas, y para lograr interiorizar que la realidad es que la totalidad de los trabajadores del sector debemos implicarnos para conseguir reflotar el Convenio. Si eso se consigue estaremos en el camino correcto para forzar una negociación real. Pero en ningún caso se conseguirá con una convocatoria precipitada, en solitario y a mayor gloria de un sindicato que sólo pretende buscar réditos electorales y afiliación.
Pedimos a ELA que recapacite en su planteamiento y que vuelva a apostar por la unidad sindical. A nadie se le escapa que esta huelga indefinida, convocada de forma prematura y sin unidad, no va a traer efectos positivos para la consecución del convenio. Lo más probable es que suponga el carpetazo final a la negociación colectiva del Convenio, y por ende, el empeoramiento definitivo de las condiciones laborales de más de 23.000 trabajadores de Bizkaia.
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